Hace unos meses me encontré con la palabra Ayurveda y aunque la había escuchado en varias ocasiones, esta vez hizo click, me interesó saber qué significaba realmente esa palabra con la que tanto me había topado antes. Para ser sincera, en mi cabeza, ayurveda era un tipo de yoga y ya. Hasta que un día una amiga, Natalia Sada, de ligeras y gozosas (link a su ig) estaba hablando sobre el tema en sus historias y fue cuando dije: aquí es. Le escribí y tuvimos una plática de más de una hora sobre lo que realmente es la ayurveda. Me encanta como lo describió en una frase:
¿Qué hace de la ayurveda un estilo de vida? Fue algo que después le pregunté a Nat. La respuesta puede parecer complicada, pero realmente es muy sencilla (como todo lo que realmente es verdadero). La vida no es estática, día con día vamos cambiando y en muchas ocasiones esos cambios no los controlamos nosotros del todo. Por ejemplo, como mujeres, somos seres cíclicos, cada día nuestro cuerpo tiene diferentes niveles de hormonas, los cuales hacen que tal vez ayer parecía el fin del mundo y hoy disfrutas de sentir el sol sobre tu piel (mi caso personal estos últimos días). La Ayurveda entiende esta idea y nos resume toda la vida en los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra; y en cómo habrá unos días que te sentirás más fuego que aire y otros en los que vas a ser agua y nada más.
Después pláticamos de las 3 energías principales dentro de la Ayurveda, las doshas: pitta, data y kapha. Sobre estás, hay un sin fin de información que puedes encontrar en internet, libros, podcasts, creadores de contenido, etc. Pero lo que rescato de estas tres es que cada una de ellas es la mezcla de dos elementos y que cada uno se balancea con ese otro elemento que le hace falta. Algo que puede parecer tan simple pero que al mismo tiempo es una verdad de la vida, la importancia de siempre buscar el balance, porque cuidar de ti es consciencia, entender que si estás viviendo una etapa de mucho fuego, es necesario recurrir al agua. También, entender que la vida siempre va cambiando y podemos recurrir a estas prácticas siempre para regresar a nuestro centro, a nuestro balance.
Si te interesa aprender más sobre la ayurveda, te dejo por acá tres lecturas que Nat nos recomendó:
Libro: Living Ayurveda de Claire Ragozzino