Hace unas semanas estuvimos en Monterrey junto con Noise Mag en un espacio en el que nos reunimos para platicar de temas que no se hablan mucho sobre lo que realmente es emprender tu propio proyecto.
No quisimos que se quedaran si vivir esta experiencia también y es por eso que les pedimos a nuestra panelistas que nos contestaran un par de preguntas de lo que se platicó ese día.
Ahora es el turno de platicar con una artista que ya a colaborado con nosotras y nos encanta; Libertad Alcántara.
El arte muchas veces nos ayuda a conectar con partes de nosotros que teníamos olvidadas, ¿cómo te ha ayudado el arte a definir tu identidad?
Por mucho tiempo se pensó que el arte y los negocios no iban de la mano, ¿cómo ha evolucionado tu percepción de esto a partir de que comenzaste a vender tu arte?
¿Qué has aprendido de compartir tu arte?
A aceptarme vulnerable.
Me parece que la experiencia artística nos otorga la sensación de posibilidad. Es un espacio de permiso, dónde replantearnos lo que creemos definido es la práctica. En 2018-2019 trabajé una serie (Permanencia de lo Inestable) que me hizo revisar quién era y quién me había dicho que soy, fue todo un proceso interno con tintes caóticos y melancólicos en los que me dejé sentir en libertad y percibir mi presente. Nuestra identidad está siempre en movimiento y sólo lo estático es lo que podemos definir.
Por mucho tiempo se pensó que el arte y los negocios no iban de la mano, ¿cómo ha evolucionado tu percepción de esto a partir de que comenzaste a vender tu arte?
Esta respuesta quizá vaya a causar más confusión que claridad, es una que hacia mí misma tengo conflictuada. Para mí el arte está en los momentos como los que describía en la respuesta anterior, solía pensar que el arte y el mercado del arte eran cosas completamente separadas y que los artistas que venden en millones de dólares y producen en masa no tenían valor artístico alguno. A decir verdad, la idealista purista en mí lo piensa un poco todavía. Hoy reconozco que esa división es un mito -por distintas razones-pero me enfocaré en una: Decidir ser artista como profesión y que nuestro trabajo sea impulsar el hecho artístico implica reflexión, crítica, investigación, desarrollo de técnicas, gestión de espacios, difusión, redacción de textos; esto por nombrar sólo algunas de las actividades que son necesarias para poder llevar a cabo propuestas. Si cambio estos términos por innovación, manufactura, logística, difusión de repente comienza a sonar como una empresa ¿no?
¿Qué has aprendido de compartir tu arte?
A aceptarme vulnerable.