inspírate con nuestro blog

historias, conversaciones, experimentos y más junto a nuestras creativas favoritas

En tierras desconocidas

En tierras desconocidas

Por: Sam Vargas (@samvargasv)

 

Bienvenida a la vida adulta, esa incierta etapa de la que nadie se puede salvar y que nunca terminas de comprender completamente, al menos no cuando recién comienzas a vivirla en carne propia. Si entrar a este mundo fuera tan sencillo como su definición lo dice, según san google es el “Estado de una cosa que ha alcanzado su pleno desarrollo, o de una persona que ha alcanzado su mejor momento en algún aspecto”, una vez cumplidos los 18 todos estaríamos en un peak constante hasta llegar a la vejez y comenzar con nuestro proceso de deterioro físico y mental. Sin embargo, la vida no es tan pragmática y sencilla como dice ser, y así como unos comienzan esta etapa antes que otros, todos la vivimos de formas diferentes, con piedras en el camino, detours, pero siempre llena de aprendizajes. 


Al terminar mi carrera universitaria tenía fé en tener una sutil y suave transición a la adultez, aprovechando de mis comodidades, sin una familia que mantener, con privilegios que no muchos pueden presumir y con un trabajo que, a pesar de no ser el mejor pagado, me brindaba la estabilidad de decir que era una recién egresada teniendo una vida productiva. A pesar de eso, la vida adulta me cayó como balde de agua fría el día de mi fiesta de graduación de la universidad, no precisamente por el evento en particular, sino porque fue el día en el que recibí una oferta laboral. 


Ya se, ya se, fuí afortunada de recibir una noticia como esa en un tiempo como este, la situación es que eso implicaba dejar mi trabajo del momento, he ahí mi dilema. Aceptar la oferta implicaría dejar el lugar en el que me gustaba lo que hacía, desde ir por el café, desarrollar mi lado creativo y disfrutar de ciertas libertades que tendría que abandonar. Por otro lado, la nueva propuesta representaba alejarme de mi área de expertis y hacer cosas que consideraba más “aburridas”, con responsabilidades y un horario de Godín, pero con un salario bastante cautivador. 


Enfrentarme a esa problemática hizo que me diera cuenta de mi realidad, ya soy un adulto que tiene que tomar decisiones de este tipo, contemplar mejores oportunidades de trabajo basadas en el dinero, comenzar buscar una estabilidad financiera, considerar mis gastos, etc. A partir de este dilema comencé a preguntarme ¿de esto se trata madurar? ¿De hacer sacrificios cuando la necesidad y la presión se vuelven mayor que la pasión?. 


Cuando se trata de adentrarse a las oscuras y peligrosas tierras del mundo laboral, no todos podemos darnos el lujo de perseguir nuestros sueños, hacerlo es admitir que tenemos una situación privilegiada; especialmente en una generación como la nuestra que se enfrenta a un mercado laboral en crisis debido a, entre otros factores, una pandemia que afectó la vida de todos.



Mi mayor miedo al decidir respecto a la oferta era que al tener que priorizar mis necesidades se pasara el tiempo y yo no hiciera las cosas que tenía planeadas o que había soñado, pero también me puso a pensar que nunca es tarde para empezar, para crear o cambiar nuestras vidas y carreras. El futuro es incierto y eso da miedo, pero no hay que olvidar que nosotros estamos al cargo de nuestras vidas y de cómo reaccionamos ante las situaciones a las que nos enfrentamos.


Entender nuestra realidad y contexto puede ser aterrador y preocupante, incluso desmotivador en algunas ocasiones, pero creo que si sabemos donde estamos parados es más fácil saber por dónde empezar a caminar para encontrar el camino indicado; y quien sabe, quizá nos encontremos con oportunidades que nos terminarán sorprendiendo.

Regresar al blog

Deja un comentario

the place where the @girlgang.mx hangs

síguenos y únete a nuestra comunidad de mujeres creativas mexicanas

aqui puedo poner un liquid?
embedd something?
...