Por: Ana Sofía Romo
Hace una semana me desperté con un mensaje de la app que uso para trackear mi ciclo: “Haz algo por ti hoy”, así que puse mi celular en la lunita y decidí “darme el día”, aunque simplemente me dediqué a hacer cosas que me harían sentir plena. Funny thing que “darnos el día” lo relacionemos con “disfrutar del día”, ¿no?
Hoy reflexiono en el proceso que me ha hecho llegar a disfrutar de un lunes con calma y empatía sin juzgarme a mi misma por no estar siendo parte del caos comunal que pueden crear los lunes gracias a esa idea que nos han vendido de que la productividad es lo más importante y lo que te hace una persona “exitosa”.
¿Qué es realmente la productividad? Porque hoy, una semana después de ese lunes, pienso en todo lo que hice esa semana y creo que el día que decidí simplemente disfrutar fue también el día más productivo. Tal vez no sería un día productivo para otros pero fue un día que me permití ir a mi ritmo, que visité espacios e hice actividades que llevaba meses postergando por cumplir con el “deber ser” y al final del día sentí paz y plenitud por estar viva. Para mí, no hay nada más productivo que un día así.
Hoy es lunes otra vez y estoy intentando hacer lo mismo aunque no estoy haciendo las misma actividades que hice hace una semana y creo que a esto le llamo “crear tu propia realidad”. Tenemos como creencia colectiva que los lunes deben ser días de estrés, de regresar de un fin de semana a nuestro estilo de vida que no nos gusta. Yo creo que es momento de que todos empecemos a inventar nuestros propios días, nuestra rutina, nuestra manera de vivir. ¿Por qué odias tus lunes? Cuestiónatelo bien y después preguntarte, ¿qué puedo hacer para hacer ese proceso que no me gusta un poco más disfrutable? Ahora hazlo cono todo lo que no te gusta en tu forma de vivir la vida. Pueden ser desde las cosas más sencillas como: No me gusta el lunes porque el camino a mi trabajo es muy largo. ¿Y si buscas un podcast o algún libro (audiolibro si es que vas manejando) que disfrutes y utilices ese traslado para ponerte al corriente con el?
Crear nuestra propia realidad puede ser tan fácil o tan difícil como nosotros queramos. Empieza con pequeñas cosas que tal vez pueden ser insignificantes y en una semana reflexiona, ¿qué tanto mejoró mi calidad de vida al hacer este “pequeño” cambio?
Todos tenemos el poder de crear nuestro propio mundo dentro de este mundo colectivo y entre más compartamos esa visión lograremos crear un mundo mucho más empático (con nosotrxs y los demás) pero sobre todo “un mundo en donde quepan todos los mundo”.