Pensar en qué hablar durante este mes de Marzo en Girl Gang ha sido especialmente difícil para mí. Literalmente llegué al punto de querer parar el contenido durante todo el mes por la presión que yo solita me llegué a poner. Aunque sabía que quería que hablaramos de la mujer en este mes tan importante, la verdad es que no sentía ningún tipo de emoción ni inspiración.
Creo que parte de esta apatía tiene que ver mucho con la comercialización de un movimiento tan importante para mí. Ver por todos lados campañas sin fondo ni forma (hasta con giveaways del 8 de Marzo me topé) y la verdad no creo que esté mal ni bien hacerlo, simplemente es un tren al que no me siento cómoda subiendo.
Aunque creo que la razón más importante es porque justo hoy, 8 de Marzo del 2022, Safe Place, nuestro espacio físico, cumple un año y aunque estoy tremendamente agradecida de este año tan retador pero satisfactorio al mismo tiempo esto también representa el primer aniversario de que mi proyecto se convirtío en un “negocio” y uffff cuánto cuestionamiento, desaprendizaje, consciencia y paciencia me ha costado hacer las paces con eso.
Pero bueno, para ir al punto, entre tanto pensar y pensar qué podía aportar una plataforma que se dedica a hablar y compartir proyectos de mujeres en su día día al mes de la mujer entendí que lo más importante es recordarme a mí (y a ti) por qué existe este proyecto, que sea un negocio solo es algo a lo que evolucionó pero no deja atrás las razones por las que nace. Para mí es muy importante recordarme constantemente esto ya que la apatía que puede causar todo lo horrible que pasa allá afuera me llega a desanimar muy fácilmente. Del 8 de Marzo del 2021 a hoy me han pasado muchas cosas que nunca me imaginé vivir, tanto buenas como malas y las malas han dolido un chingo y esas experiencias malas pueden llegar a nublarnos la visión y hacernos sentir que no somos suficientes o aptas para compartir y hablar de lo que queremos hablar.
Así que me remonté hasta mi infancia y me acordé de una Ana Sofía que solo buscaba dónde expresarse y dónde conectar con otras personas como ella y luego pensé a la Ana Sofía universitaria que soñó por primera vez con este proyecto para después recordar a la Ana Sofía del inició de pandemia decidida a que era el momento de empezar a materializar el sueño. Me pienso y solo veo miles de cambios de todo tipo: de ciudades, de amistades, de formas de pensar y ver la vida pero también veo una constante: este proyecto tan evolutivo como yo y como toda mujer.
Este proyecto no es un “negocio” (aunque sí lo es jaja) pero va más allá, es un sueño cumplido, es un espacio seguro, es una nueva manera de pensar y vivir la vida, este proyecto es cambio y evolución y por eso está enfocado en las mujeres, porque ser mujer es ser cambio.
Love,
Ana Sof