Texto por Ana Sofía Romo
Fotos por Andrea Murcia
Los último días han sido muy importantes, tan importantes que las fiestas “patrias” pasaron a segundo plano o mejor dicho al último plano porque no hay mucho que celebrar.
Desde el pasado 4 de Septiembre, diversos grupos feministas, mujeres violentadas y familias de víctimas de feminicidios y desaparición forzada tomaron la CNDH buscando que se hiciera justicia, que sus voces fueran escuchadas y si a alguien le debemos agradecer su pasión por documentar esta protesta histórica es a Andrea Murcia, fotoperiodista de la Ciudad de México que ha estado ahí desde el día uno.
Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Andrea entre toda la locura actual (muchas gracias Andrea por el tiempo) y esto fue lo que nos contó.
¿Cómo describirías los últimos días?
Los últimos días han sido de organización. Al principio fue de recibir, adaptarse y ver cómo iban a dormir, etc. pero ahora ya tienen todo un esquema, horarios y están trabajando en equipo para asentar lo que está pasando.
¿Por qué crees que es importante protestar y cuál crees que sea la fuerza de documentar todo lo que está pasando?
Me gustaría hablar desde lo que ellas creen, la verdad es que ellas quieren justicia y no han sido escuchadas. Lo ideal sería que se atendieran todas sus declaraciones desde un inicio y no tener que salir a protestar pero no ha sido así y por eso la necesidad de hacer este tipo de acciones.
Para mí documentar es mi manera de apoyar. Tal vez desde mi trinchera no puedo salir a gritar o graffitear aunque coincida con ellas entonces mi forma de apoyar es cubriéndolo.
¿Cómo crees que las mujeres en el país se pueden sumar a esta protesta si no les es posible tomar este tipo de acciones?
Tomando este tipo de acciones desde su cotidiano, por ejemplo: dejar de permitir ciertas actitudes y apoyar a otras mujeres. No es necesario estar en la CNDH para formar una organización, lo puedes hacer desde donde estés y reclamar los espacios que se te han sido arrebatados
Has estado viviendo la protesta muy de cerca. ¿Qué es lo más impresionante que te ha tocado ver en estos días?
La organización de las chicas. Personalmente yo no podría aguantar dormir en el piso, pasar frío o no saber dónde bañarme. Ellas en estos pocos días (que parecen meses) han adaptado dónde bañarse, quién va a cocinar, los horarios de comida, organizar quién limpia y quién hace guardia. Es impresionante su organización.
¿Qué te gustaría que todas las personas que no estamos viviendo día con día la protesta en carne y hueso supiéramos?
Me gustaría que se supiera que las chicas de la toma no son personas que siempre se han dedicado a esto. Son mujeres que tienen familia, trabajo, escuela y dejaron todo por la necesidad de ser escuchadas. Ellas son mujeres que han sido violentadas o familiares de personas desaparecidas o feminicidio y la protesta es su manera de buscar y obtener justicia y que se atiendan sus derechos y necesidades.
Para todas las personas que estamos apoyando donando artículos, ¿qué crees que es lo más necesario y qué no está llegando lo suficiente?
Creo que el enfoque debería estar en la comida. Han estado llegando muchísimas donaciones de ropa, medicamentos, productos de higiene pero la comida siempre es necesaria.
¿Qué esperas que ocurra a partir de esta protesta? ¿Crees que el movimiento vuelva a tomar la fuerza que estaba teniendo antes de que llegara la pandemia?
El movimiento ya no suelta la fuerza, es como una cadena, alguien toma su espacio y otra mujer se agarra del valor y fuerza de esta para hacerlo también. Así nos vamos apoyando la una a la otra sin saber que yo fui la que dió esta fuerza para que otras protestaran y reclamaran lo que se les ha arrebatado.
¿Qué espero? Creo que esa pregunta no me pertenece, sino a las mujeres de la okupa. Lo que ellas quieren es un espacio seguro, ser escuchadas, ser parte de una agenda, porque las autoridades dicen que sí lo son pero esto no se ve, es una mentira. En la fiscalía se puede ver como no se da un seguimiento a los feminicidios y si vas a la CNDH simplemente te revictimizan y no te apoyan. Lo que estas mujeres quieren es que haya un cambio y que se les haga caso a sus denuncias. Lo que quieren simplemente es que se haga justicia por los casos de feminicidio y desaparición forzada que han tenido que vivir y que escuchen sus casos con una perspectiva de género.
