Isabella es artista de tiempo completo y su principal lienzo es su cuerpo. Te dejamos aquí la entrevista que le hicimos para Domingo de Bajón y una selección muy especial de su trabajo.
¿Qué representan los domingos para ti?
Mis domingos han cambiado mucho desde que me mudé con mi novio. Son días que lo pasamos todo juntos. Es el día que cocinamos, tratamos pendientes de la casa y principalmente estamos juntos. A veces son un poco más pesados de los que me gustaría, que yo estaba acostumbrada en casa de mis papás a tomarlos como un día de descanso total, pero también me gusta el ir viendo cómo vamos como pareja creando nuestros propios hábitos y rutinas de la vida juntos.
Para mi representan el dejar todo listo para iniciar la semana. Desde dejar mi casa limpia, a sentarme a pensar que va a tocar en la semana. Como soy artista de tiempo completo, y con tantos proyectos pausados y un poco en el limbo por la situación actual, si tengo que de verdad ponerme una especie de rutina y apuntar los pendientes que tengo que realizar para aprovechar lo que más pueda mi tiempo.
Mentalmente creo que si tengo muy marcado el final y el inicio de cada semana y eso es el domingo. Terminar y prepararme para días nuevos.
¿Cuál fue tu reacción inicial al descubrir tu condición en la piel?
El dermografismo es algo que tengo desde que tengo uso de razón. Siempre ha sido parte de mi pero nuestra relación ha ido evolucionando mucho con el paso de los años.
Al principio no sabíamos que era. Pasé por todas las alergias posibles intentando analizar lo que me lo provocaba: el pasto, la arena, la ropa...
Cuando era niña jugando siempre que me caía y me tropezaba y todos se asustaban de cómo me ponía pero yo sabía que no pasaba nada; no sentía dolor y me sentía perfecta, solo era que mi piel reaccionaba al golpe. Es difícil explicarlo pero es algo que simplemente sabes que pasa.
Lo más, más difícil de este proceso ha sido aprender a controlar la comezón. De más chica esto era lo que me mataba: la incontrolable comezón. Cuando mi dermografismo se activa, lo que pasa es que al hincharse la marca, me da mucha, mucha comezón, lo que hace que me quiera rascar, lo cual deja una marca y es el círculo de nunca acabar.
Pasé por millones de cremas y tratamientos que pensábamos que me quitaban la "alergia", pero en realidad era que me calmaba la comezón y ya solita mi piel se "regenera", regresa a la normalidad.
Fue en mi adolescencia que un día de la nada me di cuenta que podía dibujarme y ahí explotó mi vida y mis posibilidades.
Siempre he sido artista, eso es completamente independiente a mi piel. Sólo fue el unirlas para encontrar el propósito de mi trabajo.
¿Fué difícil hacer las paces con tu cuerpo?
Cómo crecimos juntas, creo que puedo decir que mi piel es la relación más cercana que he tenido en la vida. Conforme mi cuerpo iba cambiando y yo lo iba conociendo, es que me volvía cada vez más cercana a ella.
No es que "hiciera las paces", porque en realidad nunca hemos estado peleadas. Pasó mucho tiempo que no nos entendíamos y yo no sabía cómo se controlaba o que tenía que hacer.
Cuando empiezo a trabajar con mi piel es cuando voy viendo que hacer con la comezón, como yo soy la que la controla, no al revés. Hoy por hoy, creo que yo soy la que tiene las riendas (durante mi trabajo) y aunque muchas veces no haga lo que yo quiera. ya se como tratar con ella. Ha sido una larga autoexploración en la que ahora me doy cuenta que cuando tengo comezón, prefiero no rascarme, cambié la dinámica completamente sin darme cuenta y ya no tengo esa necesidad. Prefiero dejarla ser.
Ahora bien,en la vida normal siempre traigo alguna marca, algún rasguño que pues simplemente pasa y es vivir con eso: esa soy yo.
Últimamente me he detenido mucho a analizar la relación que tengo con mi condición y como es que nos hemos vuelto tan amigas.
Me he dado cuenta de algo chistoso: es muy diferente mi relación con mi cuerpo como persona que como artista. Como artista lo abrazo mucho más, lo escucho y analizo. Aprovecho y disfruto todo los pliegues, dobleces y formas que me ofrece. Entre más se salga de su corporalidad, mejor. Como persona, me cuesta mucho más trabajo quererme y practicar el amor propio, como se que a muchas les pasa. Como consecuencia de la sociedad y los estereotipos de belleza.
¿Qué ventajas o limitaciones sientes que tienes al usar tu propio cuerpo como lienzo?
Creo que una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida ha sido el utilizar mi piel y mi condición como mi medio de arte. Es darle la vuelta. Sacarlo del lado "alérgico" o "enfermo" que pueda parecer para darle un nuevo propósito; y creo que eso en sí da una infinidad de posibilidades.
Una ventaja que siento que tengo es que es completamente yo. Fuera de que sea yo en las piezas, es algo que sale de mi y se refleja en mi. Pienso que no hay nada más crudo y a la vez orgánico.
Pero también con el paso del tiempo he aprendido que es importante el seguir avanzando con esto. El pensar y crear nuevas ideas y conceptos que partan de este mismo medio pero sin hacerlo repetitivo. Recuerdo que en la escuela de artes me dijeron: "ya entendemos que te puedes dibujar en la piel, ¿ahora que sigue?"
Pienso que por eso mi producción también tiene un carácter reflexivo tan importante. Porque si ha sido una especie de reto el buscar todas las posibilidades que esto me puede dar y que preguntas y conceptos quiero aterrizar con esto.
Por eso es que varios de mis proyectos tienen temas diferentes como lo ha sido los límites del cuerpo, el pensar la piel como un universo propio, el re-pensar la figura humana, el análisis del contacto, entre otras cosas. Porque me interesa muchísimo seguir abordando e indagando en el uso de mi piel como arte, solamente no quiero agotarlo y que se vuelve monótono.
Encontré un artículo que dice que el dermografismo es "alergia al contacto" y me encantó, me revolucionó: Fue ahí cuando dije yo le voy a dar la vuelta a esto porque existe una razón por la que el tocar y el ser tocado se ve y se vive en mi piel; porque es algo que existe, que se queda conmigo y que me forma. Solamente quiero expresar cómo es sentir todo, todo el tiempo, como justo me pasa a mí.
¿Qué te hace sentirte mejor en días difíciles?
Si soy mucho de tener días difíciles, para que les digo que no. Creo que es complicado el dedicarte 100% a ser una persona creativa e intentar vivir de tu arte pero he aprendido a agarrar cositas que me ayuden y me hagan sentir mejor.
Sentarme a escribir es algo que me ayuda muchísimo. Escribo lo que voy pensando y así es como me sale una intención para ese o mis días en general.
Tomo estas intenciones y de verdad las trato de llevar conmigo. También me gusta mucho meditar porque me calma y me ayuda a callar un poco tanto relajo en mi cabeza.
Algo que suena un poco chistoso pero que de verdad es de las cosas que más me han ayudado es platicar conmigo. Pero de verdad me siento y me pregunto que siento, que pasa, y empiezo a entablar una especie de conversación para calmarme un poquito y darme cuenta que todo se puedes y se va a acomodar.
Si lo que quiero es relajarme, pongo una serie de fondo y me pongo a dibujar. Sin pensar en que tiene que ser una pieza o algo para mi producción, simplemente dibujo y los trazos y sombreados son cositas que me van calmando, Un vinito siempre ayuda también!
Llevo ya varios años tratando mi problema de ansiedad. He vivido con esto por unos 10 años ya y cada vez aprendo a vivir mejor con ella. Por eso es que me repito siempre que sí hay días que nada más no puedo y que si lo único que pude hacer fue levantarme de la cama, está bien. Tengo que escucharme y apapacharme; y de verdad estoy trabajando en ello.
