Por Michelle Mijares.
Hace mucho que no te escribo, lo sé. Pero la vida a veces se complica ¿sabes? Crecemos y por medio de ajetreos y pendientes te pierdes lentamente en tu rutina, en la vida. Avanzas como auto en carretera casi sin pararte en las casetas, enfocada únicamente en tu destino, en lo que viene adelante. El día de hoy parece adecuado para decirte algunas cosas. Anoche hubo luna llena… de las que te encantan. Y al sentarme a verla en toda la majestuosidad de una noche con estrellas, pensé en ti. Con un poco de nostalgia decidí poner una de nuestras canciones favoritas “Counting Stars - One Republic” y sí, sigue siendo mi favorita tanto tiempo después. Algunas cosas nunca cambian al parecer, podrá sonar malo pero en este momento parece bueno, casi nostálgico. Al adentrarme un poco en las letras me perdí en el pasado, y me di cuenta que hace falta visitarlo. Escuchar aquellas letras desbloqueo memorias que creía perdidas, y comencé a verte como algo diferente. Empecé a notar que ya no me dolía pensar en ti, ni en lo mucho que a veces te extraño. En mi se originó una tremenda apreciación por tu memoria, y decidí escribirte para que me cuentes cómo estás.
Me imagino que tal vez estás un poco confundida, quizá triste o feliz, ya casi no lo recuerdo. Aquellos días a veces son borrosos en mi memoria, y se pierden entre nuevos recuerdos y experiencias nuevas. Pero con esta carta busco rescatarte, juntarte pieza por pieza y asegurarme de nunca olvidarte, pues todo lo que eres ahora es importante para mí.
Pienso que necesitas un poco de mi aliento para que te des cuenta de que aunque ahora el tiempo te pasa lento, estas bien. Sé que has tenido muchas altas y bajas, créeme, vendrán más. Las subidas son mejores y las bajas no están tan mal...nunca nada ha estado tan mal.
Se lo que estás pensando, quieres que te diga que por acá está todo mejor, que ya lograste todo lo que querías y que tu vida solo va cuesta arriba, pero eso sería mentirte y entre nosotras no hay mentiras. No te asustes, no te digo que no has logrado grandes cosas, ni tampoco que has fallado. Deberías estar orgullosa pues no has hecho más que crecer y construirte, evolucionas a cada instante y te conviertes cada día un poquito más en todo lo que siempre soñaste. Pero creo que algo que es parte de madurar es darte cuenta de que las cosas toman tiempo. Triunfar es un camino hacia arriba que a veces se pone rocoso, y sanar heridas no es lo más fácil del mundo. Pero tranquila, yo me haré cargo de ti ahora, y estás en mejores manos que nunca antes. Se que esperas que esta carta sea para contarte sobre tu futuro pero creo que por ahora necesitas entender un poco tu presente, mi pasado. Esta carta la escribo más por mi que por ti, pues creo que hoy te necesito un poco más yo. Te escribo porque quiero que me recuerdes como eran antes las cosas, como éramos nosotras. Necesito que me recuerdes las bases que me tienen parada hoy en mi presente, tu futuro. Y juntas recrear quienes somos ¿te parece?
Se que nos han dicho que caminar sin maleta hace más ligero el viaje, que hay que avanzar sin carga para moverse con facilidad hacia adelante, pero ¿Que llevamos en esa maleta? ¿realmente será necesario soltarla? Cada parte de ti ahora importa. Tus películas favoritas, canciones y poemas. Todo esto son pequeños constructos que nos conforman como personas… que nos conforman a ti y a mi. Tus amigos, las risas y las relaciones, cada parte de ti cuenta, cada pieza forma nuestro rompecabezas. Siempre son las piezas pequeñas las que conforman el paisaje ¿Sabes?
Sé que no puedo visitar el pasado buscando algo diferente, pero quizá puedo verlo de paso para valorar con otros ojos lo que fui, lo que ahora eres… pues nada será lo mismo a partir de ahora, cada segundo trae con el cambio y revolución, un paso adelante transforma más de lo crees los caminos que abres.
Entonces, si te parece, quisiera que me contarás todo de ti.
Quiero que me recuerdes tus aromas favoritos, esos que te ponen de buen humor. ¿Te siguen gustando las tardes con lluvia? ¿eres ya adicta al café? ¿aún sueñas con viajar a Europa? ¿te sigue poniendo triste el 22 de Abril? Recuérdame cuáles son tus sueños, ¿que quieres lograr? ¿todavía te desvelas por las noches? ¿sigues batallando al despertar? Cuéntame cuáles son las canciones que te levantan de la cama con ganas de bailar… las que pones en la regadera para que te ayuden a despertar. ¿A qué le temes? ¿qué miedos son los que ahora te detienen? Cuéntamelo todo, con lujo de detalle, que cada pregunta active en mis memorias respuestas que te hagan hablar conmigo sobre este papel. Sé que estás ahí, que nunca te has ido. Quizá solo te has cerrado un poco y editado con el tiempo, pero sigues siendo siempre tú. Tal vez estas respuestas sean ahora diferentes, porque el tiempo avanza y las cosas cambian, pero lo que te hizo feliz algún día siempre será importante para mi.
Sé que ahora piensas que estás lejos de ser perfecta, pero que te quede claro que ya lo eres, y siempre lo serás para mí. A lo mejor aun batallas para verte al espejo y aceptar tu reflejo...posiblemente todavía buscas con lupa cada una de tus imperfecciones y no te perdonas no poder cambiarlas. Tocas tus pecas deseando que no estén ahí, miras tus curvas anhelando que fueran rectas y que un día despiertes y estas desaparezcan. También se que no te sientes suficiente, que para ti ahora cada logro es minúsculo y que si tuvieras un poco más de enfoque podrías dar más. Siempre queriendo ser más. Sé que sigues dándolo todo por todos menos por ti, y que para ti tú eres la última prioridad de tu lista. Sigues perdiéndote en deseos y motivación eterna que te encierran en un ciclo de insuficiencia y decepción. Buscas cotidianamente mejorar cada aspecto, cada rincón, sin detenerte un poco a apreciar la belleza de tu ahora. Busco expresarte que ahora debes sentarte y valorar lo que ahora eres, pues no eres más que magia. Eres la magia de una memoria que construyó mi presente, y que me regaló experiencias y memorias que atesoraré toda mi vida. Ahora eres más de lo que nadie podría pedir, siempre lo has sido, y la única que falta en darse cuenta eres tú. Todo lo que ahora eres es perfecto, irremplazable. Cada duda, cada lágrima y cada risa, suceden porque deben suceder. Perdoname por no saber cuidar mejor de ti en esos momentos, por quizás descuidarte un poco pensando solamente en cómo mejorar. Perdóname por no haberte abrazado como debí hacerlo, o decirte palabras bonitas como las merecías. Disculpame por asumir que tu ibas a poder sola, y que no necesitabas de mi mano para avanzar con más cuidado. Ahora estoy aquí, escribiéndote. Agradeciéndote por todo lo que me regalaste y por lo que ahora soy. Sé que haces todo lo que puedes, lo mejor que tienes para dar.
Algunos escriben letras a sus yo del pasado para quizá reprocharles o pedirles que si pudieran harían que cambiaran las cosas. Yo no. Yo solo quiero visitarte, aquí y ahora, así como estas. Así como eres. Tan bonita, tan tú.
Te agradezco tanto, de verdad. Porque se que nada ha sido sencillo y que verlas negras se ha vuelto un poco costumbre. Quiero agradecerte por todas las decisiones que estás tomando y por tomar, buenas o malas todas me han traído a escribirte y apreciarte. Gracias por todas las lecciones aprendidas, por pasar cada batalla que estaba destinada a impedirte avanzar. Gracias porque a través de ti encontramos nuestra voz, y nos moldeamos a lo que somos hoy: un constructo de memorias y recuerdos, de experiencias y lecciones que conforman lo más bonito que ha existido: tú.
Sé que hoy eres solo una memoria, pero para mí eres más que eso. Eres lo que soy todos los días, lo que veo en el espejo. Eres cada error que me enseñó a ser mejor, cada lágrima que me mostró que las heridas siempre sanan. Eres cada risa y cada ocurrencia, cada luna llena que salgo a ver a la azotea.
Aquí me despido pequeña, desearía poder abrazarte y poder decirte lo orgullosa que estoy de ti. Prometo visitarte más seguido, y no dejar que mi presente me distraiga del pasado. Te llevo en mi corazón y en mi memoria hoy más que nunca.
Sinceramente,
Una más grande y madura tú.
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Brillante.